Sigue lloviendo, aún.

Capáz solo es una gran sensación pasajera que hoy abarca mis entrañas. 

Una gran sensación que llega, no tan, y desgraciadamente, monótona en mí vida. Pero cuando lo hace, cuando llega y está presente, suelo rememorar el pasado en su nombre. 

Me aferro tanto a ésta sensación, y el miedo a que se vaya  aún surge. Sigue reluciendo.

 Felicidad.