¿Y que importa lo pequeño si es tan grande tu arte, si es inmenso el sentimiento que para nosotros guardaste en tu pequeño corazón y que siempre vigilaste para mantenerlo puro, eterno y palpitante.
Por eso todas las noches cuando voy a acostarme, le pido al padre eterno una estrellita brillante que alumbre siempre el destino de un hombre, que anhelante en su pequeña figura, esconde el amor de un GIGANTE.
No sabes cuanto te extraño. A.
25-11.
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