A
veces me siento a pensar por un instante y, por una extraña razón
siempre me recurre lo rutinario; ¿por qué llegaste a mi vida?, ¿por qué
de pronto llegas?, eres de una manera extraña como las estaciones del
año, así de repente llegas como si nada y de ese mismo modo te vas, de
una noche a otra; ¿a dónde se van las hojas del otoño, a donde recurre
la nieve del invierno y a donde huye el sol del verano? Pero, siempre en
nuestro subsistir, estamos consciente de que nos ¡encanta!,
posiblemente una estación más que otra, pero siempre esperaremos con
ansias la que realmente, ¡realmente! nos cautiva. Posiblemente son cosas
que jamás entenderé fácilmente de la vida.
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